Es importante cuidar, tratar y limpiar diariamente la piel de nuestro rostro, ya que es una parte muy expuesta a los cambios del medio ambiente. Pero debemos de tener en cuenta que cada cierto tiempo, es necesario poner nuestro rostro en manos de un experto de la cosmética, el cual nos pueda realizar una limpieza facial profunda para lucir una piel sana y bonita.
Cuando hablamos de limpieza facial nos referimos al procedimiento mediante el cual ayudamos a purificar y sanar la piel de nuestro rostro para que luzca mejor y se encuentre más sana y saludable.
Estos son algunos de los beneficios que obtendrás con esta limpieza:
Remover las células muertas de la piel en profundidad, eliminando cualquier impureza.
Remover las células muertas de la piel en profundidad, eliminando cualquier impureza.
Estimula la oxigenación de la piel desde su interior, esto ayuda a fomentar el proceso de regeneración celular.
Desobstruye los poros, descongestionándolos y reduciendo su tamaño, así hará que sean menos visibles.
Retrasa el envejecimiento, previniendo la aparición de arrugas en el rostro y aportándole luminosidad, brillo y suavidad.
Aumenta la hidratación de la piel.
Combate los efectos de cansancio, fatiga y estrés del rostro.
Activa la circulación sanguínea de la piel.
Debemos de tener en cuenta que la frecuencia para hacernos este procedimiento depende mucho de nuestro tipo de piel, al igual que el tipo de limpieza que requerimos. Por ejemplo, una piel más grasa con poro abierto tiende a ensuciarse más que una piel más seca, por lo que necesitará una limpieza más profunda y frecuente. La edad y el ambiente en el que vivimos también son un factor importante para la frecuencia de la limpieza facial, pero generalmente es recomendable cada 3 – 4 meses, así se pudiera decir que es conveniente hacerla cada cambio de estación.