El colágeno es la proteína más abundante de nuestro organismo. A medida que envejecemos, la capacidad de producirlo disminuye y, en determinadas situaciones (sobrepeso, excesiva actividad deportiva), se acelera el desgaste. Por eso se recomienda ingerirlo como complemento a la dieta.
Hay varios alimentos que puedes consumir para aumentar tu ingesta de colágeno, como la piel de cerdo y el caldo de huesos. Consumir colágeno puede ser bueno para la salud de muchas maneras, desde aliviar el dolor articular hasta mejorar la salud de la piel.
Aquí te dejamos algunos beneficios que te puede aportar el consumir colágeno:
- Puede mejorar la salud de la piel: Juega un papel importante en el fortalecimiento de la piel, y además puede beneficiar la elasticidad y la hidratación. A medida que envejeces, tu cuerpo produce menos colágeno, dando lugar a la resequedad de la piel y a la formación de arrugas.
Los efectos de reducción de arrugas de los suplementos de colágeno se han atribuido a la capacidad que tiene de estimular a tu cuerpo a producir colágeno por sí mismo. Además, tomar suplementos de colágeno puede promover la producción de otras proteínas que ayudan a dar estructura a la piel, entre ellas, la elastina y la fibrilina.
- Ayuda a aliviar el dolor de las articulaciones: El colágeno ayuda a mantener la integridad del cartílago, que es el tejido similar al hule que protege tus articulaciones. A medida que la cantidad de colágeno en tu cuerpo disminuye al envejecer, aumenta tu riesgo de desarrollar trastornos articulares degenerativos como la osteoartritis.
Puede ayudar a que tengas menos inflamación, que tus articulaciones tengan mejor soporte y que el dolor disminuya.
- Aumenta la masa muscular: Entre el 1% y el 10% del tejido muscular se compone de colágeno. Esta proteína es necesaria para que tus músculos se mantengan fuertes y funcionen correctamente.
- Promueve la salud del corazón: El colágeno da estructura a las arterias, los vasos sanguíneos que transportan la sangre desde el corazón al resto del cuerpo. Si el colágeno no es suficiente, las arterias pueden volverse débiles y frágiles.